Seguridad Eléctrica

Consiste en la elaboración de procedimientos y procesos para asegurar un buen uso de la energía eléctrica y proporcionar seguridad a las personas expuestas a instalaciones y maquinarias que utilizan este tipo de energía.

Los riesgos principales por este fenómeno se dan por contacto directo, pudiendo ocasionar desde lesiones físicas hasta la muerte por fibrilación vascular, incendios y explosiones, por lo que es necesario realizar medidas de control dado que muchos de estos accidentes pueden evitarse con adecuadas medidas preventivas como:

• Evitar el trabajo en instalaciones eléctricas de personal no capacitado.
• Garantizar el uso adecuado de equipos de protección para aumentar la resistencia de la persona expuesta.
• Impedir el contacto de cables o máquinas eléctricas con el agua.
• realizar las reparaciones de instalaciones dañadas.
• Comprobar el funcionamiento del aislamiento en las herramientas eléctricas manuales.
• No realizar sobrecarga en las instalaciones eléctricas.
• Evitar el contacto del cableado con trabajadores.
• Revisar las instalaciones periódicamente.

Los profesionales de la electricidad aceptan y ponen en práctica las 5 reglas de la electricidad a la hora de la manipulación de instalaciones ya que su cumplimiento garantiza la seguridad de la persona encargada de realizar el trabajo: desconexión y corte efectivo, prevención de realimentación, verificación de la ausencia de tensión, colocación de Puesta a Tierra y señalización y delimitación de la zona de trabajo. Una vez normalizada la instalación, efectuados los pasos anteriormente mencionados, puede procederse a reponer la tensión.

Dentro de la normativa nacional o en el marco de auditorías de seguridad eléctrica, que se dan habitualmente en empresas comprometidas con su personal y abocadas a la responsabilidad social empresarial en busca de una repercusión positiva en la sociedad, debe cumplirse con: